Chocolate tiene que ser una palabra mágica porque sólo con mencionarla una empieza a salivar, a sonreír y a sentirse mejor. Eso sólo con la palabra, que cuando se saborea ya… nos quedamos sin palabras. Lo mejor de todo es que el chocolate es un placer beneficioso para la salud. Eso sí, ha de ser chocolate de verdad, o sea, el que contiene mínimo 80 % de cacao y no está adulterado con leche ni toneladas de azúcar. Antioxidante y estimulante, el cacao es una delicia para el paladar y para la salud.
Además de por lo anterior, el bizcocho que os traigo hoy se ha convertido en uno de los imprescindibles de la casa porque les gusta a todo el mundo: a amantes del chocolate, de los bizcochos, a quienes no pueden tomar lácteos, ni huevo, a quienes no les gusta mucho el dulce, a veganos… Y es que este bizcocho no lleva leche, ni huevos, ni mucho azúcar. Es una receta base que podéis modificar ligeramente según lo que más os guste: podéis añadir nueces, trocitos de fruta confitada, ralladura de naranja (como he hecho yo), más especias…
Otra ventaja de este bizcocho es que es muy esponjoso y congela muy bien. La semana pasada hice uno en un molde grande de bundt cake para poder cortarlo en las secciones que marca el propio molde —así no tengo que romperme la cabeza para hacer porciones— y lo congelé casi entero. Con sacarlo la noche anterior es suficiente para disfrutar de un desayuno o un postre estupendo.
Pero antes de pensar en cómo conservarlo vamos a hacerlo, que el aroma a bizcocho que queda en la casa es delicioso. Sólo por eso ya merece la pena. ¿Nos metemos en harina?
Bizcocho de chocolate vegano (sin huevo ni lácteos)
- Raciones: 8
- Tiempo de preparación: 60 minutos
- Dificultad: fácil. Para cocinillas que tengan verdadera pasión por el chocolate negro
Ingredientes
- 2 1/2 tazas de harina (tamizada)
- 1 taza de azúcar moreno o panela
- 1 taza de cacao en polvo puro sin azúcar
- 1 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de sal
- 2 1/3 tazas de leche de almendra
- 2/3 tazas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- la ralladura de una naranja grande
- (opcional) 1 vaina de vainilla
- (opcional) una cucharada de naranja confitada en trocitos
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180 º C.
- Mezclar los ingredientes secos en un bol (si se tamiza la harina, queda mejor).
- Mezclar los ingredientes húmedos, la ralladura de naranja, la vainilla (el interior de la vaina) y la naranja confitada en otro bol.
- Hacer un hueco en los ingredientes secos y verter los húmedos en medio. Mezclar bien hasta que estén integrados y no haya grumos.
- Verter en el molde y hornear 45-50 min. a 180 ºC.
Notas
- Si no tenéis problemas para digerir productos lácteos, podéis hacerlo con leche de vaca.
- Podéis utilizar diferentes leches vegetales, yo lo he hecho esta vez con leche de almendras, que me encanta, pero con soja y con avena también sale bien. Eso sí, comprobad la cantidad de azúcar que tiene la bebida que utilicéis, si tiene más de 5 g por cada 100 g, os recomiendo que reduzcáis un poco la cantidad de azúcar que añadáis a la masa.
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